Hay que ver lo mal que trata Hollywood a sus paisanos. Los trata de estúpidos. Según la industria cinematográfica yankee, un norteamericano medio es tan extremadamente imbécil que es incapaz de disfrutar de una buena película si no está rodada en su idioma y con estrellas locales. Es más, un norteamericano medio no entiende las películas que se ruedan fuera de sus fronteras, no sólo por el idioma (para algo están los subtítulos), sino porque el lenguaje cinematográfico que usamos nosotros nada tiene que ver con el yankee. Así de torpes ven en Hollywood a sus congéneres. Por suerte, esa no es la realidad, pero no se lo digáis a los grandes estudios.
Porque sólo con esa manera de pensar se entiende que una película tan clásica en su estructura, tan bien narrada, y con una realización tan brillante como “El secreto de sus ojos” vaya a tener un remake. Por suerte Juan José Campanella, que lleva años dentro de la industria de Hollywood (aunque más en TV que en cine), está detrás del proyecto como productor ejecutivo, lo que nos da ciertas garantías, si no de calidad, si de respeto hacia la obra de Campanella.
El director que han escogido en Warner Bros para llevar a cabo esta labor es Billy Ray. Ray ha dirigido hasta ahora “Breach”, de la cual no sé nada, y “Shattered Glass” que partía de una buena premisa pero acababa aburriendo por repetitiva. Billy Ray tiene también una amplia experiencia cómo guionista. En su curriculum figuran algunas “joyitas” como “Color of Night”, “Flightplan”, o “Volcano”… (ejem).
Nada más se sabe de éste remake. El reparto es aún una incógnita, y no sé por qué me estoy temiendo que los protagonistas rejuvenecerán unos cuantos años por obra y gracia de Hollywood, y me duele en el alma pensar que, la gloriosa secuencia del estadio de fútbol del Huracán, será convertida en una “trepidante” persecución en algún estadio de Baseball o Fútbol Americano. En Hollywood son especialistas en cargarse buenas películas pero aún más lo son en cargarse buenas secuencias. Sólo hay que recordar la magnífica y escalofriante secuenca que Alejandro Amenábar rodó en la Gran Vía Madrileña para su “Abre los Ojos” y cómo Cameron Crowe la convirtió en un bonito videoclip de Mint Royale para “Vanilla Sky”. Una lástima.
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