“A nightmare on Elm Street” es uno de los estrenos más esperados de 2010 junto con Iron Man 2, y tiene que soportar la carga de ser una remake, algo que no es nada sencillo hoy en día debido a las grandes decepciones que hemos tenido en el último tiempo.El regreso de Freddy Krueger a la pantalla grande deja un amargo sabor de boca, porque es un ícono del cine de terror y no se le dio el trato que le correspondía, sobre todo al entregarle la realización del film a un cineasta inexperto, como Samuel Bayer.
A ver, detengámonos en aspectos diversos. Desde la fotografía y el trato de cámara, el trabajo está muy bien hecho, pero el problema está en el guión. “A nightmare…” falla al tratar de recrear hechos de la película original al pie de la letra. Algunos me dirán que de eso se trata una remake, y les contestaré que están equivocados.
Volver a retratar los inicios de un personaje o reformular los hechos que lo llevaron a la fama no implica copiar frases o calcar escenas, sino reinventar la historia (apegándose a la original) para darle un enfoque personal según las miradas del guionista y el director.
Otra falla está en los momentos de tensión. A veces se hacen algo lentos, empalagando al espectador, lo cual desemboca en la falta de sorpresa en el desenlace de las acciones. Algunas situaciones que deberían ser terroríficas terminando siendo tontas.
El reparto está muy bien, especialmente Jackie Earle Haley, quien se pone en la piel de un Freddy oscuro y feroz, que no trata de emular al histórico Robert Englund, sino que le da un toque especial, más diabólico y espantoso.
La banda de sonido es muy grata también, sobre todo para los que crecimos durante los noventas, porque incluye canciones de Nirvana (Smell Like Teen Spirit, que tuvo un videoclip dirigido justamente por Samuel Bayer), Green Day y otras bandas que crean un buen ambiente musical.
Si ponemos en la balanza, esta película entrega momentos buenos y otros poco satisfactorios. Desde la parte técnica hay pocas cosas para “reprochar”, pero las fallas en la historia terminan pesando mucho más, en buena parte también por la expectativa generada antes del estreno.
