Tan solo un día antes de que se cierren las votaciones a los
Oscar, se ha publicado parte de una entrevista que no deja en muy buen
lugar a la máxima favorita en la categoría de mejor actriz: Jennifer
Lawrence. Sus palabras no pueden ser más desafortunadas.
En la
edición de febrero de Vanity Fair, Lawrence se despacha a gusto contra
su gremio y tacha de "estúpido" el oficio de actor. Increíble pero
cierto.
"No quiero parecer grosera, pero [actuar] es algo
estúpido. Todo el mundo dice: ¿Cómo puedes permanecer con la cabeza
fría? Y yo les digo: ¿Por qué voy a ser una engreída? No voy a salvar la
vida de nadie. Hay médicos que salvan vidas y bomberos que apagan
edificios en llamas. Estoy haciendo películas. Es estúpido", sentencia
la joven estrella.
Jennifer, muy popular entre los adolescentes
gracias a Los juegos del hambre, ha recibido muchas alabanzas por su
papel en Silver Linings Playbook. En esta película dirigida por David
O. Russell interpreta a Tiffany, una chica con problemas y mala
reputación que conoce a un hombre recién salido de un centro de salud
mental (Bradley Cooper).
Cinco premios Satellite avalan a esta
comedia dramática como una de las mejor posicionadas en los premios de
la Academia de Hollywood. Y, hasta la fecha, Lawrence tenía el camino
bastante despejado en su modalidad. Sin embargo, se prevén venganzas.
La
actriz se define a sí misma como una "ignorante" (conviene recordar que
no terminó sus estudios secundarios) y asegura que a través de un
anuncio publicitario que protagonizó descubrió que la actuación era su
vocación. Tal vez, con solo 22 años, si no rectifica su recorrido sea
corto.
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